jueves, 26 de noviembre de 2009

El camino equivocado…

Papá, ¿me dejas acercarme a la jaula del león?
No, es muy peligroso.
Por favor, sólo quiero verlo un poco más cerca
No, hijo velo de aquí, es seguro, no te acerques y mucho menos te atrevas a tocarlo.
Que injusto eres.

Hermanos míos, ¿cuántas veces hemos estado en una situación parecida?
Pedimos a Dios, pero no recibimos, ¿por qué? Pues porque nos quiere proteger de peligros que nosotros no podemos prever.
Es por eso que debemos confiar en el juicio de Dios para con nosotros, tomar nuestras decisiones de acuerdo a nuestro libre albedrío, pero hacerlo con fe en que Dios guía nuestros caminos, nuestra vida, nuestro propio universo.
Muchas personas caemos en la trampa y en la tentación de ponernos en contra de Dios por nuestras malas situaciones, pero amigos míos, debemos saber que en nuestro camino debemos pasar por diversas pruebas, para ser moldeados y no caer en la monotonía de la vida común, no nos durmamos en este mundo de acuerdo al pensamiento colectivo, donde todo está al revés, donde se ha olvidado al padre, donde el deseo y la vanidad prevalecen por sobre todas las cosas incluso por sobre el amor.




Nuestro padre nos tiende la mano de una forma que muchos han olvidado.





La Biblia, nuestro guía, palabra de Dios que muchos miran a mal no dejemos que tales males se nos acerquen, no caigamos en redes que nos arrastran para sacarnos de nuestros caminos, lejos de Dios, seamos fieles como lo hizo una vez un hombre llamado Job…



Job es fiel a Dios.



Job era un hombre fiel que obedecía a Jehová. Vivía en la tierra de Uz, cerca de Canaán.
Jehová amaba a Job, pero por el gran amor que sentía Job por Dios, por su obediencia, su respeto, su lealtad, Satanás se fijó en él.


Después que Jacob y José murieron en Egipto, Job fue la persona más fiel a Jehová en toda la tierra. Jehová quería hacerle saber a Satanás que no podía hacer que toda persona en la tierra fuera de maldad, y le dijo: “mira a Job Ve lo fiel que me es”.
“El es fiel,” alegó Satanás, “porque tu lo bendices y tiene muchas riquezas y cosas buenas que le rodean, pero si se las quitas, verás cómo te maldice en tu propia cara.”

Ahí lo tienes, dijo Jehová, haz a tu parecer, mas cuidado con poner tu mano sobre él.
Y fue Satanás e hizo que unos hombres robaran el ganado y los camellos de Job, y sus ovejas fueron muertas. Y mató a sus 10 hijos e hijas en una tormenta.
Mas aún Job fue fiel a Dios y no maldijo su nombre, se mantuvo fiel a pesar del agudo dolor que sentía por verse rodeado de males y no se atrevió a blasfemar contra Dios.
Entonces Jehová le dijo a Satanás; Mi siervo amado aún retiene su integridad, aunque tú le provocaste tanto daño.





Respondiendo Satanás le dijo; Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida.
Jehová entonces le respondió; He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida.
Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de su cabeza.
Entonces le dijo su mujer: ¿aún retienes tu integridad? Maldice a Dios y muere.
Has hablado como mujer fatua habla—respondió Job
¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no?
En todo esto no pecó Job con sus labios.
También, tres amigos falsos vinieron y le dijeron que él había vivido una vida mala. Pero Job siguió fiel.
Esto agradó a Jehová en gran manera, y después bendijo a Job, lo sanó de su enfermedad y le dio otros 10 hijos hermosos, y el doble del ganado, las ovejas y los camellos que había tenido antes.



¿Seremos también así nosotros?, ¿Amaremos realmente a Dios, hasta el punto de estar junto a él en las buenas y en las malas, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad?
Amigos míos, eso es el verdadero amor…

Dios los bendiga siempre, de aquí hasta el fin de los días…